Toda la discusión se centra en la dualidad y se cae en una trampa. Cuando la personalidad es activa, renombre y personalidad son parte de cosa, las personalidad vive a expensas del renombre y de las posesiones. En este punto se corre el peligro de creer que no se debe poseer nada. En el mundo físico se necesita una casa para vivir, ropa, un carro, etc. La relación con las cosas debe ser de uso temporal, es decir no debe haber apego. Uno se da perfecta cuenta del tipo de relación que tiene con algo o con alguien cuando pierde ese algo o a ese alguien o cuando se ve amenazada la pérdida de esa relación. El sufrimiento es la emoción que dice que la relación es o era errada.
Qué vale más ¿ganar o perder?. Todo depende del estado de conciencia desde el cual se mire. Para un microcosmos que esté despertando ambas cosas le dan una enseñanza, luego él nunca se haría esa pregunta, o dicho de otra manera, para él todo es ganancia.
Quién se apega a las cosas siembra su desdicha, quien las acumula sufrirá grandes pérdidas. Aquí se vuelve a lo mismo. La fuente de todos los problemas es el apego, apegarse es identificarse, identificarse es volverse uno con la cosa con la cual se identifica. Cuando se está identificado con el miedo, uno es el miedo.
Quien se contenta con lo que tiene no conoce el desengaño. Esta frase es sumamente peligrosa. Se debe estar satisfecho con lo que se tiene ? Significa la frase que no se debe aspirar a algo mejor por temor a sufrir un desengaño ?. ¿Si uno vive en un rancho insalubre, mal oliente, con goteras, debe contentarse con eso y no aspirar a algo mejor por temor a sufrir un desengaño ? Contentarse con lo que se tiene evita el desengaño producido por intentar obtener algo mejor y no lograrlo; pero no intentar lograr mejores condiciones de vida es una clara muestra de cobardía, en esa cobardía está implícito en miedo. Cuando la semilla del espíritu comienza a crecer, ella por si sola busca impulsa a la personalidad a buscar mejores condiciones para su manifestación.
Quien sabe refrenarse evita el peligro. Otra frase engañosa. Las palabras cambian de significado con el tiempo; las traducción generalmente son erradas. Cuando uno se refrena cae en la dualidad, refrenarse, violentarse, reprimirse, forma parte de lo mismo. Cuando uno se refrena, parte de si quiere una cosa y otra parte quiere otra cosa. Esa lucha es violencia, esa violencia implica pérdida de energía. Usualmente el intelecto quiere una cosa y la emoción otra cosa. De esa lucha se sale cuando interviene la INTELIGENCIA, un estado de consciencia superior. Para la Inteligencia no hay necesidad de refrenarse, simplemente se hace lo que se tiene que hacer y nada más. Por ejemplo, cuando se ve con plena claridad que no se debe comer demasiado no hay necesidad de refrenarse, no hay necesidad de violentarse, simplemente no se come demasiado.
Mario Grajales T,